El aceite de Muña es digestivo, antibacteriano, elimina la bacteria Helicobacter Pylori; alivia las úlceras gástricas y el dolor y ardor de la gastritis. Está compuesto por pulegona, mentona, limoneno y mentol. Es antiespasmódico, antiparasitario, antiséptico, analgésico, antioxidante y fortalece el sistema óseo.
Digestivo, antibacteriano, elimina la bacteria Helicobacter Pylori; alivia las úlceras gástricas y el dolor y ardor de la gastritis. Está compuesto por pulegona, mentona, limoneno y mentol. Es antiespasmódico, antiparasitario, antiséptico, analgésico, antioxidante y fortalece el sistema óseo. Funciona como espasmolítico: relaja la musculatura lisa de los aparatos digestivo, respiratorio y urinario. Ayuda a reducir las afecciones respiratorias y de la garganta, de la vista como la miopía, las cataratas y la degeneración macular, elimina los gases estomacales y es bueno para el mal de altura. Los incas bebían el té de muña luego de sus rituales.
Dósis: 1 a 2 gotas en un vaso de agua tibia.
Para catarros y tos: Adultos pueden tomar 2 gotas de aceite de muña mezcladas en una cucharadita de azúcar de caña, miel o aceite de oliva, un máximo de 3 veces al día.
Aplicar 3 – 5 gotas sobre el tórax y la garganta, realizando un suave masaje, de 3 a 5 veces al día.
Para sobrecargas musculares: Aplicar unas gotas en masaje sobre la zona afectada, varias veces al día, según necesidad. Puede usarse en prevención antes del esfuerzo físico o bien cuando ya se está contracturado.
Ideal también para aromaterapia colocando unas gotas en la palma de la mano, e inhalando durante 30 segundos, o utilizándolo en un difusor de aromas.