La arcilla de chaco es sumamente alcalina y tiene el poder de neutralizar la acidez estomacal y el ardor epigástrico.
Contiene calcio, magnesio, manganeso, hierro, zinc, fósforo y potasio. Es antiparasitaria, está indicada en las irritaciones y úlceras gástricas, e incluso en los tumores del aparato digestivo, pues elimina células destruidas y fomenta su reconstrucción. Regula las evacuaciones, resolviendo los casos de estreñimiento por atonía intestinal. Es depurativa de la sangre, buena para casos de anemias por carencias de minerales, aportando catalizadores que permiten la asimilación y fijación de los mismos, gota y otras enfermedades metabólicas, furúnculos, y erupciones consecuencia de un estado de toxemia. Regula el metabolismo, tonifica y reactiva las funciones de los órganos debilitados. Con zumo de limón es un poderoso antídoto contra los envenenamientos, es buena para úlceras, acidez estomacal, disenterías infecciosas y otros tipos de diarreas agudas. Elimina las capas fecales adheridas a los intestinos llevando a cabo una gradual higiene intestinal.
Preparación y dosis: Remojar 1 cucharada de la arcilla en un vaso de agua durante 6 u 8 horas, (el vaso debe ser de cerámica o vidrio; no de plástico, acero o aluminio). Mezclar bien con una cuchara de madera y beber antes de acostarse.
Uso externo: Es cicatrizante, desinflamante, descongestionante y estimulante de la función cutánea. Excelente para: 1) Para abscesos, furúnculo, ántrax o panadizos, aplicar cataplasmas frías muy gruesas (1 a 2 cm.). 2) El mismo proceso para llagas, úlceras e incluso tumores superficiales. 3) Para ayudar a disolver tumores benignos, con lo que se evitan muchas intervenciones quirúrgicas. 4) En las quemaduras: la cataplasma las cura sin dejar casi cicatriz (cataplasmas frías sobre una gasa, y renovarla cada hora). 5) En las picaduras de insectos: la cataplasma fría actúa como absorbente de las toxinas, refresca y desinfecta la zona dañada. 6) En la mayoría de las alteraciones funcionales y en los casos de fiebre pueden aplicarse cataplasmas en el bajo vientre para regular el proceso digestivo. En caso de fiebre alta, alternar las cataplasmas en el bajo vientre con un baño de asiento frío y aplicaciones locales de arcilla en la nuca. 7) La cataplasma en el bajo vientre es también útil al final del embarazo y después del parto. En la región lumbar y aplicada en caliente, ayudan a soportar los dolores de acomodación del feto. 8) En las contusiones, golpes y heridas aplicar cataplasmas frías de 1 a 2 cm. de espesor, pues ayudan incluso a absorber cuerpos extraños que contuviera la herida. 9) En problemas dermatológicos como acné, eccemas, furúnculos, ántrax y en forma de mascarillas para limpiar y embellecer el cutis. 10) En casos de lumbago, nefritis, artritis, descalcificaciones óseas o bronquitis, las cataplasmas en las regiones lumbar, dorsal o pulmonar, deberán ser calientes. 11) En los casos de varices en las piernas: cataplasma fría sobre la parte afectada, y cuando se seca, lavarla, y repetir la operación. Puede amasarse la arcilla en polvo con una decocción de llantén o cola de caballo.