En los últimos años se han realizado una serie de estudios respecto a los efectos del contacto del cuerpo con la tierra, y mucha gente ha experimentado lo que se comenzó a llamar “earthing” o “grounding”.
Con la era industrial y la creación de ciertos materiales como el cemento, el asfalto, el plástico, entre otros, nos hemos aislado de nuestra madre tierra. Al perder este contacto nos hemos privado de todos los beneficios que podemos obtener de ella.
Debido a que la tierra nos transmite una energía sutil y a la vez está llena de electrones, al ponernos en contacto directo con ella los recogemos y almacenamos, y en el cuerpo se unen a los radicales libres que generan la oxidación y el envejecimiento celular, neutralizándolos y evitando así los efectos ya conocidos de esos procesos.
Se está demostrando científicamente que el contacto con la tierra es capaz de menguar el dolor crónico, desinflamar órganos del cuerpo, regular la presión sanguínea, devolver la fluidez a la sangre y mejorar la circulación de esta, aliviar el estrés, etc.
Caminar descalzo, algo que por eras fue de lo más natural para el ser humano, actualmente se presenta como una nueva terapia.
La terapia del earthing se basa en reconectar el cuerpo con la energía de la tierra de manera concreta, es decir “poner los pies en la tierra”. Pero incluso hay ejercicios de meditación cuya guía te lleva a conectarte con tierra por medio de la mente.
En conclusión, se sabe muy bien de la importancia y los beneficios que genera el elemento tierra en nuestro cuerpo.
Tanto una caminata por la playa, sobre el gras, sobre la tierra misma, estando descalzos, como una profunda meditación en ese mismo sentido, o incluso yendo más allá con la imaginación, pueden otorgarnos beneficios. Ya sea acercarse a la tierra con el cuerpo o hacerlo con la mente, será siempre positivo, aunque las cualidades de cada método tienen diferencias entre sí. La meditación puede funcionar a unos mejor que a otros, pero tirarse al jardín o caminar sobre él, por ejemplo, le funcionará bien a todos, sin duda alguna. Por esta razón, es imperativo que no nos aislemos de esta fuente natural tan importante y que retomemos el contacto.