El ayuno es recomendado en el Ayurveda como uno de los métodos que permiten recuperar la salud. Sin embargo, deben tomarse ciertas precauciones al hacerlo, teniendo en cuenta la constitución individual y el estado físico y mental de la persona.
Así por ejemplo, un ayuno de más de tres días no es recomendable para una persona de constitución vata, porque incrementa y disturba el aire vital. En cambio, las personas de constitución pitta, tienen la capacidad de hacer ayunos más prolongados, aunque un ayuno de más de cinco días aumentará pitta en su organismo. Las personas de constitución kapha, sí pueden hacer ayunos prolongados, beneficiándose con esta práctica.
En cuanto a los ayunos de frutas o jugos de frutas, se recomienda que éstos sean los apropiados para la constitución individual y que se tomen con moderación. Esto mismo debe tenerse en cuenta con la ingestión de agua porque, si bien el cuerpo debe mantenerse hidratado, el exceso de líquido disminuirá el fuego digestivo, interrumpiendo el proceso de eliminación de am o toxinas, el cual es el propósito principal del ayuno. Por ello, se pueden tomar pequeñas cantidades de té de jengibre y de pimienta negra que incrementan el fuego digestivo.
Los individuos normales y saludables pueden hacer ayunos quincenales, tomando uno o medio litro de agua tibia en el día, para prevenir la enfermedad. Esta práctica permitirá que el aparato digestivo descanse. Por otro lado, se obtienen beneficios
espirituales si este ayuno se practica durante ciertos días específicos, con el ekadasi, el décimo primer día de la luna nueva y el décimo primer día de la luna llena. Si en estos días de ekadasi uno no puede hacer un ayuno completo, en la literatura védica se recomienda que se abstenga de granos y farináceos (cereales, menestras, etc.) y tome sólo frutas, verduras y productos lácteos. Como se trata de días lunares no siempre coinciden con los solares, por lo que es necesario consultar un calendario especializado. En caso de debilidad, el ayuno debe interrumpirse. De todas maneras, durante un ayuno prolongado el paciente debe ser controlado por un terapeuta. No se recomienda cuando hay fiebre causada por heridas, quemaduras, envenenamiento, tuberculosis o susto. Para romper el ayuno se prescribe tomar un caldo de frijol mung y más tarde comer algo liviano. En este caso, el frijol se deja en remojo durante la noche y luego se cocina con una pizca de sal marina y un trocito de jengibre, hasta que el frejol reviente. Se cuela y se toma solo el agua. Esto equilibra las doshas y prepara el cuerpo para empezar a ingerir de nuevo alimentos sólidos